viernes, 5 de abril de 2013

Hoy tengo un dia de esos en los que cuesta levantarse de la cama. De esos en los que cuesta hacer todo lo que conlleva a tu rutina. De esos en los que te sientes indefensa entre cuatro paredes y no quieres ver nada mas. Solo tu cama, tus sábanas y un buen libro o una buena música que te haga desaparecer entre las horas del dia. Llevo rara unos dias, o quizás unas semanas. Y todavia no sé bien el por qué. Supongo que las mil y una cosas que rondan mi cabeza desde que me despierto hasta que me quedo completamente dormida tienen algo de culpa. Me gustaría poder despertarme un dia y que todo fuera perfecto. Que no hubiese nada que me hiciera pensar. Que todo fluyera por si mismo sin explicación alguna como un rio extremadamente caudaloso que nace en un desierto en medio de la noche. Si, asi. Pero la realidad es otra. Las cosas no fluyen por si mismas. Cada dia los problemas son más y las horas son las mismas. Antes era más facil todo, porque mis problemas no eran solo mios. Porque podia compartirlos y sentime mejor. Porque podia desahogarme con la unica persona que me entendía, que me abrazaba y que me hacia olvidarme de todo.Desaparecer. Por eso quizás te echo tanto de menos. Por tus abrazos. Por tus besos. Por tus "no te ralles que te rallas por todo" o por tu facilidad para hacer que me olvide de todo, esa facilidad que tienes para hacerme sonreir. Quizás por eso no esté capacitada a entregarle mi corazón a otra persona. Por miedo a no encontrar lo que encontré en ti un dia y que es lo único que necesito ahora mismo.

jueves, 4 de abril de 2013

LLega la noche y el tiempo se convierte en toda una eternidad y en cada minuto de cada distante hora surgen millones de recuerdos que inundan entre tus sábanas el deseo de desaparecer. Buscas en una milésima de segundo desconectar de todo lo que dia a dia te persigue y la realidad es que no te da tregua ni siquiera cuando el sol se escapa, si no que se intensifica ese sentimiento que aprieta hasta axfixiar. No puedes dormir. Ni siquiera sabes quién eres en medio de la inmensa noche. El frio de la oscuridad te encoje hasta hacerte pequeñita. Diminuta. Pero los recuerdos siguen ahí. Invadiendo cada toque de respiración y cada pestañeo . Asi dia tras dia, noche tras noche. Suena una canción de fondo. Nuestra canción. Y entonces ese sentimiento que axfixia se intensifica hasta quedarme sin aliento, hasta quedarme inmóvil abrazada a mi almohada, hasta derramar de nuevo lágrimas por quién no se las merece, por el culpable de que las noches sean tan largas y solitarias... ÉL. La persona que te lo dio todo y te lo arrebató sin que te diera tiempo a reaccionar. La persona que te hizo reirte tantas veces y que ahora solo sabe hacerte llorar. La persona que antes te abrazaba para calmarte y que ahora te hace temblar. La persona que antes te queria y que ahora no te sabe respetar. Es duro ver cómo alguien desaparece de tu vida, cómo en cuestión de dias todos los planes se rompen y dejas de pensar en dos para pensar en ti mismo. Pero te rompes. Porque ya no sabes hacerlo. Porque todos los planes que te surgen necesitan de dos.. Pero cuando aprendes a vivir con eso. Cuando aprendes a controlar tus noches. A sentirte menos indefensa...Esa persona que te hace temblar por las noches vuelve a tu vida. Sin pedir permiso. Sin avisar. Y te vuelves a sentir diminuta. Y las noches vuelven a ser interminables. Y las lagrimas que ya estaban guardadas vuelven a desfilar de nuevo por esa persona que te hace llorar sin hacerte sonreir luego, por esa persona con la que aunque tu lo pienses nunca mas volveras a ser feliz.